Marcos, ansioso y feliz por la llegada de Abril, prepara todo para recibirla, pero Abril aparece con nuevo corte de pelo (con flequillo). Marcos se sorprende y, aunque desconoce la razón, algo en ella le provoca rechazo. La evade todo el tiempo y Abril no entiende qué le pasa.
Santiago está feliz con Michelle y -sobre todo- con el poder que le confiere ser el “yerno” del mafioso Lampone. Resuelve todos sus conflictos usando a los guardaespaldas.
Sara cumple años y está muy triste porque se siente sola. Inés le pide ayuda a Maggie para recuperar a Velasco.
Marcos tiene una pesadilla en la que revive una escena dolorosa de su niñez, en que sus compañeros de la escuela se burlan de él. Es un recuerdo tan traumático que moja la cama, Abril lo descubre y se preocupa aún más.
Maggie tiene una idea para que Inés recupere a Velasco: le propone darle celos con su nuevo amigo, el plomero que conociera en el bar de citas. Le aconseja ir a cenar con él a un restaurante y ella se encargará de que Velasco se entere de su cita. Pero Velasco escuchó todo el plan y se aparece en el restaurante de pareja con Sara. Inés estalla furiosa, y se pasan la velada tirándose indirectas agresivas.
Al mismo restaurante concurren Michelle y Santiago que enloquece al Mesero y al resto del personal quejándose de cada plato que le sirven. El plomero, harto de las indirectas de Velasco, lo enfrenta y comienzan a pelear. Santiago manda a sus guardaespaldas para que ayuden a su padre. Velasco no lo permite. Entiende que el plomero es un buen hombre y que él tiene muchos defectos pero confiesa que su amor por Inés es verdadero. Esto la conmueve y se reconcilian. El personal del lugar, aprovechando la distracción, golpea a Santiago.
Marcos, cada vez más preocupado por el rechazo que Abril le provoca, recurre a Felipe, le cuenta su pesadilla y entre los dos tratan de descubrir cuál puede ser la razón de su problema. Felipe logra recordarlo. Le refresca la memoria a Marcos que al final recuerda también: en la primaria tenía una maestra que usaba flequillo y cuya hija era compañerita de él y usaba el mismo peinado. Un día pidió permiso para ir al baño y la maestra se lo negó. Él trató de aguantarse pero finalmente se hizo encima. La hija de la maestra lo denunció ante la clase y mientras todos se burlaban de él, ella le bajó los pantalones.
Marcos le confiesa la verdad a Abril, que decide quitarse el flequillo y así festejar por fin el reencuentro con una noche apasionada.