Abril y Marcos ahorran dinero que deciden no gastar, pero uno romperá la promesa
Abril y Marcos tienen un pozo común en el que van juntando dinero de sus ahorros. Pactan no tocar ese dinero a menos que sea un caso extremo.
Lo mismo hacen Vera y Felipe que se niega a gastar el dinero en reformas que Vera quiere hacer en el bar. Pero debe ceder cuando, en una de las paredes, se descubren humedad y ratas. Contrata a un albañil baratero y la pared termina destruida creando un gran boquete.
Marcos no puede contenerse y compra con los ahorros, el auto de sus sueños. Abril enfurece porque rompió el pacto de no tocar el dinero. Andrés también se enoja con Marcos por considerar el acto egoísta e inmaduro. Marcos defiende su proceder porque siente que finalmente puede hacer algo que de verdad quiere. Abril escucha la conversación y desaparece con el auto. Marcos cree que fue a devolverlo a la concesionaria y se enfurece.
Vera pide a Abril que le preste su gato para cazar a las ratas del bar, Abril lo hace y el gato desaparece dentro del boquete. Ambas van a buscarlo y dos ladrillos les caen la cabeza dejándolas inconscientes. Los obreros no lo notan y tapan la pared con ellas adentro.
Marcos y Felipe sospechan que se fugaron con el auto hasta que aparece el gato con un letrero que escribió Abril avisando que están encerradas en la pared. Felipe y Marcos las rescatan y Abril le dice que su auto está en un garage porque entendió que era un sueño importante para él, pero él comprendió que su sueño más importante es haberse casado con ella.
Decide devolver el auto, no sin antes cumplir una fantasía de Abril: Marcos y Felipe se visten como Brad Pitt y Vera y Abril juegan a ser Thelma y Louise fugándose con el auto.
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